"ELLA"

Disfrazada de prostituta, con maquillaje rebelde, impregnada de un perfume impreciso, mezcla de los flujos derramados por esos desconocidos que aguardan una vez más a que doble la esquina para abusar de su inocencia, de su vicio pagado, de su libertinaje tolerado, de su humanidad aparente, y del tinte de sus medias negras sin purificar.

"ELLA" camina segura humedeciendo sus labios mientras coqueta se aparta el pelo de la cara, saca un cigarrillo de su pequeño bolso, lo acerca a sus labios, lo sujeta mientras lo besa con su lengua, y sin apenas dar tiempo a que el mechero se deslice entre sus dedos, la boquilla le dice que todo continua igual, que los durmientes han despertado, que tienen hambre, que tienen sed, que no tienen miedo, que todo vale.

"ELLA", estimuladora de vergonzosos, saciadora de voraces, experta en encumbrar a los insignificantes, en acompañar a los solitarios y envolverlos en su atractivo encanto.

"ELLA", sabedora de que dispone de mucho tiempo, va pensando que no es tan malo como parece, que solo hay que adaptarse a ellos, que no los puede querer, porque no los puede sentir, "pero...", que no es tan grave, "pero...", que ha aprendido a decir te quiero, "pero...", que les necesita, "pero...", que no sería nada sin "ellos", una palabra "pero" una palabra inmunda, que solo sirve para mostrarles lo que en verdad son, lo que podrían no haber sido, "pero...", que han decidido compartir libremente su vida con "ELLA". 

"ELLA", si "ELLA", audaz vendedora de cadáveres en el más gigantesco y gratuito tanatorio mental, ese donde se muere una vez "pero...", se vive dos, facilitadora de sustancias mortíferas las cuales consumen descontroladamente hasta que pierden la cabeza, hasta que olvidan como vivir con "ellos" mismos, hasta que olvidan volver a vivir con los demás....

"ELLA".... ¡LA NOCHE!.