MUJERES
Diseminaron tu vientre sin amor pero por desgracia hubo siembra, y yo he prolongado el eco de sangre del cual respondo esperando sobre el surco como el arado espera para llegar hasta el fondo al cual he llegado.
Morena de altas torres, de muy alta luz y muy altos ojos castaños, hermana de mi piel, amargo trago de mi vida, la tuya aun así sigue creciendo hacia mí dando saltos de cierva concebida.
Cristal delicado, miedo tengo que te rompas en mi mente al mas leve tropiezo, pero cuando refuerzo mis venas con las tuyas se tornan fuertes como el cerezo maduro.
Eres espejo de mi carne, sustento de mi ala, ala que te da vida en la muerte, que te doy y no tomo, te quiero y te quiero con tu hija cercadas por el plomo.
Nunca os podré dar un entierro digno, digno de unas urnas duras a los acechos de trastornados criminales, ya no, porque ni tu progenitor te quiso ni te sigue queriendo a su lado.
Los ya muertos lloran a tu hija y a ti por no tener fosa.
¡OS QUIERO!, y quisiera besaros todo incluso el polvo donde duermen vuestros huesos el sueño eterno.
Cuando pienso en vosotras, mi frente que no refresca, ni aplaca vuestra figura, noto que os acercáis a mi como una boca infinita de hambrienta dentadura.
Qué daría yo por que me escribieras, qué daría yo por haberos podido defender, ahora solo me queda una pobre espera hasta volver a juntar nuestras manos, esta ves "LAS TRES".
¿Es preciso matar para seguir viviendo?
Un día espero que pronto iré para encontrarme a vuestro lado, y tu pelo me dará sombra, y tu "ECHARPE", ese echarpe cosido por tus manos hará que tenga un sueño sereno cogida de vuestras manos.
Y al fin en un mar de irremediables huesos, por fin vuestro corazón y el mío dejarán de naufragar, quedando las "TRES"
GASTADAS POR LOS HUESOS.
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