MORIR UNA FORMA DE VIVIR
Sonó el teléfono en el despacho contiguo a la sala azul donde el patriarca plácidamente conversaba con su madre mientras saboreaban un exquisito jerez español.
¿Armando?, dígame señor, ¿no va a coger el teléfono?, disculpe ya me dirigía a hacerlo, pero los años y estas piernas cansadas se resisten a ir mas deprisa, a lo que "EL SEÑOR" de la casa contesto con una mueca en la boca, perdóneme pensé que era el oído lo que le fallaba y no las piernas.
Armando llegó por fin a la puerta que entreabierta había minutos antes dejado la doncella una vez hecho los quehaceres rutinarios y cogió el auricular diciendo lo que durante tantos años llevaba haciendo, "residencia de los señores Simal" ¿ dígame?, al otro lado se encontraba el comisario de la Guardia Civil el cual se identifico, llamando a la plantación propiedad de la familia Simal , y con voz grave, firme pero a la vez nerviosa, pregunto si era tan amable de trasmitirle al "Señor" que necesitaba hablar con "El" y que era muy pero que muy urgente, a lo que Armando le contesto que se lo trasmitiría rápidamente.
Con paso lento, Armando llego hasta la sala y con voz cálida se dirigió al "Señor", se puso frente a "El" y le comunico que la llamada era para "El", que era el comisario de la Guardia Civil personalmente.
Don Juan Simal se acercó a la mesa para depositar la copa de jerez que disfrutaba junto a su madre, le dio un beso y le susurró al oído "ahora vengo madre" acompaño a Armando hasta el despacho, agarró el auricular y se identificó, buenas tardes comisario al aparato D. Juan Simal usted me dirá, encantado de hablar con usted aunque sean en estas circunstancias, a lo que D. Juan Simal sorprendido le dijo ¿circunstancias?, "SI", ¿POR?, vera D. Juan siento comunicarle que ha habido en sus tierras un lamentable incidente, ¿perdone?, ¿ que lamentable incidente?, pues vera, nos acaban de comunicar que uno de sus coches ha sido encontrado con un cuerpo dentro junto al valle que limita su propiedad con una de las orillas del rio.
D. Juan se desploma y se deja caer en el sillón que se encuentra junto a la mesa intentando digerir lo que acababa de escuchar, ¿continúa usted al teléfono?, se escuchaba desde el otro lado, e insistía ¿está usted ahí?, D. Juan volvió a coger el auricular y solo se le ocurrió preguntar ¿ qué coche es y de qué color?, a lo que el comisario le informó que era un coche negro, deportivo, con la figura de un jaguar en el morro...
Los ojos de Armando se abrieron manifestando una expresión de terror gigantesco...
D. Juan... ¿SEXO DEL FALLECIDO?
Comisario...
¡MUJER!....
Continuará...
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