viernes, 13 de febrero de 2015

EL SECRETO DE HORNACHUELOS

CAPITULO QUINTO MAS DOS

¿Me quieres hacer el hombre mas afortunado del mundo? ¿Como?.. si consintieras acompañarme a los jardines del Campo del Moro del Palacio Real de Madrid.
¿Te apetece?
Pues francamente no se.
¿ Que sucede en ese lugar?
Se celebra el santo del rey.
Ya.
¿Tu quieres que sea tu acompañante?
Claro que si,
Además siendo como tu eres seguramente dejaras con la boca abierta a todos los que curiosos se acerquen y te pregunten quien eres y con quien vienes.
Si te divierte vale.
¿Una cosa, y que me pongo?
¿ Como debo de ir vestida?
Me gusta como eres, pero es un acontecimiento especial, ¿ Que te parece si te voy a buscar y nos divertimos comprando alguna que otra cosa insignificante que simplemente oculte toda la belleza que yo veo en ti?
Como desees,
¿Mañana te parece bien?
¿A que hora?
Mas o menos sobre las once te recoge mi chofer y nos vemos en El Corte Ingles.
¿Que planta?.
No te agobies estoy en la puerta principal con tu bouquet preferido.
Besitos dulces, hasta mañanita.
No pegue ojo en toda la noche pensando en todo lo que El Duque me habia dicho.
Al alba nerviosa, inquieta pero radiante me prepare para acudir a una cita que francamente no sabia para lo que era.
Efectivamente hay estaba el, puntual con mis flores preferidas y su porte regio.
Nos saludamos, y sin mas nos dirigimos acompañados por el Señor Lasaga hacia la planta de señoras, lenceria, zapateria , bolsos, perfumeria y vete tu a saber cuantas mas... para que eligiera unos modelos adecuados para tal acontecimiento.
Pasadas varias horas, el sueño de cualquier persona se hizo realidad en mi, cuando me percate que me faltaban manos para coger todas las bolsas.
Fue entonces cuando varios señores con delicadeza y pidiendo permiso primero me las cogieron para hacerlas llegar hasta el coche que con la puerta abierta nos estaba esperando en la puerta principal de Goya con Alcala.
El vestido que habia elegido era de gasa color pastel con hojas cobrizas y pardas, muy otoñales pero delicadas, hasta el tobillo, con unos zapatos confeccionados con la misma tela y de mediana altura,
de corte palabra de honor a juego con un tul calido, ligero, delgado y transparente que envolvia mis hombros con exquisita delicadeza.
Una cadena de oro ligera casi invisible en mi cuello, y una melena suelta hasta la cintura rubia eran los adornos que necesitaba tan principesco atuendo, nada mas, cualquier otra cosa hubiera escondido tan espectacular obra de la naturaleza.
Llegado en momento acudimos juntos y efectivamente todo aquello parecia que hubiera salido de un cuento de hadas.
Hay me encontraba yo entre un conjunto de personas estiradas, acartonadas, mironas, rancias,viejas, de las que solo poseen  titulos y de verguenza poca,Fue entonces cuando tome una arriesgada pero divertida determinacion...!pasarmelo bien!, haciendome pasar por la asistenta del Sr. Duque.
!Que divertido!, Me econtraba como pez en el agua, reia, me movia entre ellos como si fuera uno de ellos, total entre esa gente cuanto mas extravagante eres mas te respetan, vamos que como diriamos hoy me hice un POCHOLO, diciendoles lo que querian escuchar, incluso me permiti el lujo de bacilar, que fuerte..
Con tanto traqueteo se me olvido comer algo, pero me lo pase super, super, super, genial.,
Paco andaba siempre de negocios, con señores muy estirados que solo les interesaba hablar de politica, no se que de los nacionalismos eso escuchaba, y de no se que de las empresas de recuperacion de metales que poseia en Gijon y San Sebastian, en fin..
Que felicidad cuando llegaba a mi apartamento y me despojaba de los zapatos liberando los cinco dedos de mis pies estresados, que prisioneros durante unas interminables horas por fin podian hacer la ola a su manera.

A la mañana siguiente tenia que ir a trabajar.
Un vaso de leche caliente y a dormir.












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