EL SECRETO DE HORNACHUELOS
CAPITULO
Aquellos maravillosos años, recuerdo cuando te cruzaste en mi vida.
Dicen que recordar es volver a vivir.
Me gusta hacerlo, hay veces que se me viene a la memoria el momento en el que nuestras vidas se cruzaron.
Tu eras un señor que ibas siempre a tomarte unos vasos de agua con misterio al mismo lugar en el que yo me pasaba de vez en cuando a saludar a mis amigos, que no superaban los 22 años entre los que yo me encontraba.
En una fiesta de disfraces que iban a celebrar en el local Pattis pub un mes de Febrero de 1982 por los carnavales, no se me ocurrió otra que disfrazarme con un traje provisto de polisson con sombrilla, verde de raso y con un sombrerito la mar de coqueto lleno de plumas y encajes, de esos que llevaban las señoras en el siglo XIX y durante la conquista del oeste.
Recuerdo que nada mas entrar te levantaste para sujetarme la puerta del local y me tendiste tu mano para que pudiera bajar el escalón que me impedía entrar para que no me tropezara.
Te presentaste, te agradecí el detalle, pero nada mas.
Mas adelante seguimos coincidiendo aunque la diferencia de edad entre nosotros era notable yo 21 y tu 58, nunca fue un impedimento para hablar, reír, salir, bailar,viajar en definitiva compartir grandes momentos.
Me alegro de que se cruzara en mi vida un ser tan increíblemente especial, sensible, generoso y sobre todas las cosas respetuoso y noble.
En una de nuestras muchas conversaciones me dijo que cuando me vio por primera vez se había cumplido uno de sus sueños mas deseados, ver en carne y hueso a su actriz favorita Virginia Mayo.
Que el parecido era asombroso.
Pero con el tiempo llegue a desterrar su ensueño y pudo comprobar que era real.
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