miércoles, 11 de febrero de 2015

EL JUEGO DE LA GALLINA



Que no el de la gallinita ciega, ese es otro mas desnatado.
El dinero no duerme, y es por eso que tiene que aprovechar cualquier oportunidad.
Si quieres participar voluntariamente en una carrera de coches tuneados para la ocasión,
Donde impera la ley del silencio.
Donde nadie sabe quien va a acudir, ni el lugar, ni la fecha ni la hora, ni el mes ni el día de la semana.
Donde los que apuestan lo hacen fuerte, pero que muy fuerte ,con tal de ver a uno de los dos participantes como se juega hasta donde marca la linea divisoria, lo mas preciado que tiene que es su vida, esos que tienen claro que al amanecer van a ser mucho mas ricos que cuando llegaron, que sin ensuciarse las manos habrán rentabilizado su capital en un 1000 por 1000 en pocos minutos, gracias a que tu dejes de respirar en unos eternos minutos para ellos,y sin embargo demasiado cortos para ti.
Has te tener no solo la sangre fría... si la tienes no vale, hay que no tenerla.
Tampoco sentimientos, ni respeto por la vida ni la tuya ni la de nadie, esos que sabes que existen pero que desde siempre han sido invisibles para tus ojos, y sobre todas las cosas estar solo en este mundo, huérfano de dolor.
Acude a la cita con tu maquina infernal, recorre lentamente empujando con tus manos el volante sin hacer ruido hasta el punto de salida, Con tus guantes de cuero negro y rojo, tu piel y poco mas y no mires hacia los lados, estas solo como siempre lo has estado, el otro corredor solo ha venido a desafiarte, pobre iluso, llevas retando a la muerte desde que naciste y sigues vivo, quien sabe, tal vez sea esta tu ultima carrera.
Siempre has tenido muy claro tu destino, y cuando el pañuelo que sujeta entre sus manos una linda catwoman de interminables largas piernas embutidas en unas mayas ajustadas, complementadas con un sujetador a juego de un rojo intenso, ese tipo de conjunto que marca el triangulo de las bermudas como ni el mayor experto en dibujar cualquiera de las cartas náuticas lo podría mejorar...
lo deje caer, acelera mas y mas, revienta el pedal apretando con fuerza hasta que puedas sentir la chapa del suelo de tu carro y que la adrenalina inunde tus sentidos, que el aire no llegue a tus pulmones, que se te seque la garganta, que tus pupilar se dilaten viendo el final del asfalto ilegal, el gasoducto  lleno de ojos gigantescos por donde emergen las aguas fecales de los millones de almas que habitan la gran ciudad que en es momento se encuentra sumida en un sueño profundo.
No frenes, estas llegando, ahora solo estas tu y el mano a mano, y si no se rinde golpea tu morro con un certero golpe de muñeca en tu volante para advertir a su cerebro que estas junto a el.
Haz que se retire, ese momento es solo tuyo, que no vuelva a robarte nadie el honor a morir con dignidad , como llevas decidiendo durante tanto tiempo sin conseguirlo y mirando cara a cara a la de la guadaña, la misma que no deja que abandones este apestoso mundo.
Si se resiste no dudes ni un segundo en llevártelo contigo, pero antes de caer por el precipicio, abre la ventana coloca el retrovisor que te vea bien la cara, y salúdale con un elegante derrape envuelto en un polvo asfixiante con olor a goma quemada y con la mano fuera y el dedo corazón por encima del resto de los de tu mano, deseale un buen viaje, ya que ganar así para ti no es ganas es volver a perder con un estúpido soñador que cree que puede vencer a quien ya esta vencido, al que ya esta muerto en vida, al que siempre tubo claro que era mas listo que la muerte, y que su destino era retarla el resto de su paso por este planeta.
La vida simplemente es un juego, el juego de los cabrones supervivientes.
Si piensas que es algo mas te confundes, es una soberana mierda.

LOS BOTINES SIEMPRE SON PARA LOS LADRONES.
CUANDO NO SE GANA BIEN, SE PIERDE.










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