LA LUZ ME ATORMENTA

No hay nada menos elegante que una mujer con un perfume que no sea el apropiado.

Aveces es mucho mejor oler a establo, siempre cabe la posibilidad que entre el estiércol se habrán paso flores de lavanda incluso de jazmín, es mas natural y agradable la mezcla.

El mundo es de los cobardes, para muestra vale un botón, y lo digo porque de valientes los cementerios se encuentran llenos.

La gente puede pensar de mis palabras lo que deseen.

Sigo vagando por los negros abismos del espacio, viendo como siguen cometiendo los que te rodean las mismas maldades horribles de antaño, mientras les entretienen con falsas leyendas, cuentos y hechos falsos.

Dejemos pues ya que es inevitable que en nuestras vidas entren brujas, fantasmas y trasgos, nos harán la vida mucho pero que mucho mas insoportable, intrigante e incomoda, vamos en definitiva lo que ya nos dan los que se encuentran en la cima de la pirámide alimenticia.

Mi sitio de reunión preferido siempre ha sido uno de los mejores casinos de la ciudad donde habito.

El espectáculo lo tengo asegurado y sin pagar entrada.

Nada mas llegar entrego al guardián de la puerta mi capa negra forrada de un intenso raso granate simulando la sangre vertida por los pichones que de madrugada tuvieron la delicadeza de mitigar mi insaciable sed.

Paseo por la alfombra que me conduce hasta uno de los divanes colocados estrategicamente justo en el centro del hall, y me dejo caer lentamente en el, intento acomodarme mientras sutilmente voy deslizando mis largos guantes por mi brazo hasta desprenderme de ellos, y sin darme tiempo para colocarme el vestido , una voz me da las buenas noches y me invita a pedir algo de beber.

Cuando levanto los ojos veo que quien me lo esta sugiriendo es un hombre de mediana edad y aspecto canalla, con traje negro y sonrisa cautivadora, con unas canas estrategicamente colocadas en sus patillas que le salen desde la sien y que hacen que las mariposas que comienzan a revolotear por tu estomago anden sin tu permiso precipitarse por una de las rampas de tu estomago.

Complicado no fijarse en el, en esos ojos verdes como dice Sabina color marihuana, y un color de piel de un moreno caribeño que no solo te cortaba la respiración, sino que ademas y sino eras lo suficientemente prudente y con experiencia en esquivar esos lances, en menos de un segundo estarías sugeriendole que deseabas volver a levantarte y que si era tan amable te sujetara con sus grandes manos por la cintura y que apretara tu cuerpo junto al suyo, que te besara con pasión para que como le pasaban a todas las actrices que el increíble Clark Gable besaba, automáticamente se se rompieran las medias del gustazo.

Bueno eso era lo que se me vino a la mente en unas décimas de segundo, no quiere para nada decir que me fuera a pasar ni por asomo, y menos a mi, pero en fin le pedí un agua de perrier muy fría que caliente caliente ya me había puesto yo solita.

¿Perdón?

¿Como?

Señorita no soy una camarero, soy como usted un cliente, mi nombre es Dan.

!Perdón, perdón que vergüenza!

No pasa nada

¿Me invita a sentarme junto a usted?

Si por favor.

Gracias.

¿Su nombre?

Beatrize

Precioso.

Gracias.

¿Me disculpa?

Voy a pedir ese agua y para mi otra.

Espero que a mi vuelta siga estando aquí.

Estaré.

A los pocos minutos regreso portando solo una botella de agua y dos copas.

Ya estoy aquí otra vez.

Ya veo, pero solo trae una.

Si lo se, y dos copas como vera,

¿Le importa compartir conmigo la primera?  Si luego seguimos teniendo sed, gustosamente volveré a la barra a pedir otra mas, es la única forma de que cuando la traiga este lo suficientemente fría para que el sabor de las burbujas al deslizarse por la garganta le haga sentir que se encuentra en los fiordos noruegos.

Vaya, he conseguido robarle una sonrisa.

¿Otra?

¿Brindamos?

¿Con agua?

No disponemos de otra cosa.

Mejor no.

¿Y eso?

No quiero que las burbujas al chocar las copas se rompan y me despierten con su ruido de este sueño.

Continuara.....