NO ESTOY MUERTA
No te detengas en mi tumba a llorar porque no estoy muerta, porque no estoy allí.
Porque para ti soy el soplo de miles de vientos que continuarán acariciándote el rostro y alborotando tu pelo, el brillo de la blanca nieve en la que su calidez envolverá tu felicidad, y el grano que madurará lentamente bajo el sol junto a la lluvia de los suaves otoños que vivirás.
Cuando en la quietud de los amaneceres estés despierta seré el impulso ligero que te anime a continuar adelante, para que puedas contemplar en silencio a los pájaros volar, a respirar la vida de un nuevo día y en la oscuridad de la noche la luz de las estrellas que las hacen brillar para que alumbren tu camino.
No te pares en mi tumba si vas a llorar porque...
ALLÍ NO ESTOY, PORQUE NO HE MUERTO PARA TI.
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