SEMANA SANTA
Estoy en el mundo y no he venido a comprar postales.
Es la semana en la que nos autorizan a celebrar la muerte, sin ella el resto del año no le daríamos ningún tipo de valor a la vida.
Por cierto, ¿si te asesinan después de muerto, eso te convierte en zombie?.
Ya he vuelto a tener el dedo en la anilla de la granada, espero que haya por hay alguien que me ayude a tirar de ella porque francamente fuerza lo que se dice fuerza para hacerlo yo solo como que hoy no la tengo.
Me fascina nada mas abrir los ojos levantarme lentamente y empezar el día comportándome como un ser envilecido, y después de desayunar organizar la mañana con cuatro de mis mejores amigos que no son otros que Cristobal Colon, Hernan Cortes, Marco Polo y Vasco de Gama, quedar para tomar el aperitivo y pedir unos cocktails o destilados como por ejemplo dos de mis preferidos, un "CIAO AMORE" o un "SEX ON THE BEACH", porque el primero siempre deja huella y el segundo despierta mi deseo.
Una conversación conmovedora, apasionante incluso aburrida diria yo pasadas unas horas, aun así una y otra vez volvemos a quedar porque tenemos tanto que repetirnos que ya no es un quedar, es un ritual desquiciantemente reiterativamente dependiente.
ME HE CAÍDO SIETE VECES
ME HE LEVANTADO OCHO
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