CHARCOS DE LUZ

Solo quiero anotar una parte insignificante de momentos de esos que yo digo que merecen una vida, y sencillamente los he escogido entre los más superficiales, entre los más intranscendentes.

Porque aparte de los suicidios que, para que nos vamos a engañar, también son un tanto frívolos esos suicidios que no sirven para nada ya que hacen reír más que llorar.

Yo siempre he sido enemigo de mostrar mis desconsuelos, porque me he respetado y al hacerlo me ha invadido una generosidad hacia los demás aunque para algunos simplemente se les viniera a la cabeza al verme y actuar de esa manera, la palabra "PAYASO", palabra (bonita, inteligente, dolorosa, amable, triste), nada ofensiva ya que precisamente en esta nuestra comunidad con forma de piel de toro siempre se dijo que "CUANDO EL ESPAÑOL CANTA (que para mí es lo mismo que REÍR), O ESTÁ JODIDO O POCO LE FALTA", que no lo digo yo, que escrito esta en el REFRANERO ESPAÑOL.

Pues como iba diciendo, yo soy enemigo de mostrar mis dolores, porque si lo hiciese, si narrara esos momentos vividos todos y cada uno de ellos observados por esa cosa llamada "HUMANIDAD", correría el riesgo de parecer pretencioso, algo que aunque me esforzara en ello jamás lo seré en ninguna faceta de mi vida.

¿Para qué contarlas?, todos los que me escuchasen se pondrían como locos a pedir pruebas de aquello que dijera, ¿ acaso merece la pena entrar en ese jardín salvaje?, pues va a ser que no, que no merece la pena.

Y MIENTRAS TANTO CONTINÚO APOYADO EN MI VENTANA, ESPERANDO EL DESFILE DE LO INTRANSCENDENTAL DE LOS DEMÁS QUE ES LO QUE EN VERDAD ME SATISFACE.