CORAZÓN DE HORMIGÓN
Una vez más se me incrustó la piedra de la locura cuando me derrumbé ante ti y mis lágrimas desobedientes no dejaron de fluir de mis ojos, ojos que constantemente no paraban de humedecerse, no paraban de transportar un sentimiento contenido durante treinta y ocho años, que sin querer apenas dejaban ver tu nombre impreso en una cartulina plastificada que medio tapaba el hueco que años atrás habían derribado para decirme algo que yo ya sabia, que eras tu, que era yo, que era nuestro A.D.N. el que estuvo esperando a que el de tu hermana se fundiese con el tuyo para no separarse jamás.
Cuando por fin se apague la luz de mis ojos, cuando por fin mi voz deje de preguntar a los muertos donde te encuentras porque ya estaré contigo, ya no tendré que conectar con mi pasado, porque solo habrá un pasado ¡NUESTRO PASADO!.
Porque vencer como las dos hemos vencido para nada es importante, porque lo que importa es el modo de vencer, ya no tendré que empeñarme más en luchar por cosas que no me voy a poder llevar para disfrutarlas contigo hermana, ya solo....
TENDRE QUE DEJAR QUE NUESTRA PRESENCIA SE NOTE, YA SOLO TENDRE QUE DEJAR QUE NUESTRA AUSENCIA SE SIENTA.
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