Y MIS LÁGRIMAS CAYERON COMO BALAS SOBRE MI PECHO
De repente todo mi mundo se sumió en una absoluta oscuridad, una oscuridad impávida y a la vez emocionada porque por fin había llegado el momento de contar todo aquello por lo que a ti y a mi nos hicieron pasar.
Cerré los ojos, no quería llorar, intente tragar la saliva que tenia en mi boca, una saliva que no deseaba otra cosa que como siempre recorrer el camino hasta mi estomago, pero mi garganta tenia otros planes, planes que no eran otros que "VOMITAR" cuando mi hija me anuncio que las pruebas que me hicieron meses atrás para cotejar tu ADN con el mío "COINCIDIAN".
Llevaba un vestido negro largo, estrecho, y me senté en el salón exhausta ya que desde muy temprano tuve que salir al medico, y debido a mi estado de salud el cansancio pudo conmigo.
Mama que tal te encuentras me dijo, a lo que yo sin imaginarme lo que iba a contarme sencillamente le conteste que como siempre, despacio, sin apenas fuerzas, me miro a la cara dulcemente mientras se sentaba junto a mi en el sofá, se quitaba las zapatillas de deporte y me cogía de la mano, le devolví la mirada y fue entonces cuando escuche lo que me tenia que decir.
Me pareció raro que a esas horas mi hija, tu sobrina que tanto ha luchado conmigo por encontrarte, continuará junto a mi totalmente despreocupada y pudiera acompañarme al medico sin avisarla de antemano para organizarse , ya que para ella siempre su trabajo ha sido lo primero, que te voy a contar me resulto raro mas no le di mucha importancia porque francamente que hija no lleva a su madre a donde tenga que ir y mas encontrándome en el estado que estaba.
La Guardia Civil esa mañana la llamo y le dijeron que tenían que hablar conmigo para comunicarme la noticia, cosa que ella no estaba dispuesta a consentir que ellos lo hicieran, porque no sabia como iba a reaccionar yo, y que mejor que ella que tan bien me conoce para elegir una a una las palabras con las cuales llegar hasta mi evitando que me hicieran el menor daño posible.
No dejaba de mirarme, de sonreírme, de acariciarme el pelo, ¿ que quieres hija? ¿ estas bien? ¿te pasa algo?, no mama estoy bien solo que... veras... "HEMOS ENCONTRADO A LA TÍA".
Lo sabía y se lo cayo, me dejo disfrutar de su compañía todas esas horas, incluso fuimos juntas al salir del ambulatorio a ver tiendas, no paraba de hablar cosa normal en ella que es como yo una gran comunicadora, la regañe varias veces porque no dejaba de fumar y me sorprendió un poco que no se enfadara, pero bueno pensé que tenia un buen día y que por un oído le había entrado y por otro salido.
Ambas lo pasamos muy bien charlando de todo un poco, en definitiva me preparo para que el golpe fuera lo mas suave posible.
Esas palabras siguen retumbando en mi cabeza, han quedado grabadas a fuego en mi mente, solo se que nada mas decirlas tu sobrina, recuerdo que me levante, me quite el vestido y..
MIS LÁGRIMAS CAYERON COMO BALAS SOBRE MI PECHO.
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