martes, 19 de febrero de 2019

17 FEBRERO 2019

Y una vez mas, la boca me volvió a saber a sangre...

Mi muy amada hermana Carmen:
Tranquila, estoy bien, magullada pero bien.
Hoy a las dos de la tarde he ido a casa de "el innombrable", lo digo y me dirijo a "ÉL" de esa forma y manera, porque mi respeto hacia ti me impide pronunciar su nombre.
Querida hermana, he ido, "si", y no me regañes, sabes que soy "tu Pepi", la única de todos los hijos que nuestra madre tubo que para mi desgracia se parece a ella, y es por eso por lo que aun no la ha podido olvidar, y se que no me estaba pateando ni rompiéndome la cara a mi sino a ella Maria de los Ángeles Muñoz Marín, pues nada ya sabes que "quien a los suyos se parece se dice que honra merece", pues eso que la he vuelto a honrar, solo que lo sepas y que tu también como siempre estabas en tal brutalidad.
He ido a su casa, "si", a reclamar por las buenas las fotos donde tu y yo mirándonos reíamos en la comunión de la hija que tiene con su mujer.
Contarte, aunque se que estés donde estés ya lo sabes, que me levante como siempre temprano, con un dolor que me decía que aunque se que no debía, tenia que hacer lo que hice.
Querida hermana, me duche, me perfume, me enlute y baje a coger un taxi en la acera de la Concepción, paso pronto y le dije hacia donde iba.
Durante unos largos e interminables minutos le dije:
Buenas tardes,
Buenas tardes señora me respondió.

¿Hacia donde?
Le dije hacia donde pero el pobre señor nunca había escuchado la calle que le dije.
Me puso cara de ¡discúlpeme!
El la mía no la vio, llevaba unas gafas negras demasiado grandes que tapaban mis ojos
Vera,
Tranquilo....
Le indico...
Coja Menéndez Pelayo, a la izquierda Avda. Ciudad de Barcelona, luego todo recto hasta El Puente de Vallecas y luego coja la calle Monte-Igueldo, todo recto y ya le voy diciendo por donde ha de torcer.
Bien me respondió dándome las gracias...
¿y?
Cuando lleguemos le continuo  indicando
Como usted diga señora.
Me llamo Josefa,
Encantado Doña Josefa.
Volví a recorrer sola ese viacrucis tan doloroso hacia un lugar donde mas tarde, poco mas tarde ni imagine lo que me esperaba.
Una vez en Monte-Igueldo y antes de llegar a la Avda. de San Diego le dije al chofer que por favor una calle antes torciese para que me dejara justo en la puerta de la calle Cordillera de Cuera numero 24, y así ,lo hizo.
Llegue, pague, me despedí y llame al telefonillo primero izquierda...
¿Si?
Soy yo...
No reconocí la voz
Era una vecina ..
Y me abrió.
Mientras subía las escaleras de un portal sin ascensor, las rodillas me crujían, sonaban tan fuerte que apenas los latidos de mi corazón escuchaba.
Un perrete color oscuro, pequeño, salió ladrando mientras yo quitándome el guante le acerque mi mano para que  la oliese, para que supiera que ladrara lo que ladrara, yo no era su enemiga, y lo agradecí, hasta que si dueña salió a por el y me saludo mientras le calmaba.
Después de llamar, llamar, llamar insistentemente las puertas del infierno se me abrieron.
Allí estaba "el", ¿sorprendido?, yo diría mejor avisado, y "ella", la guardiana de su maltratador,
¿ Que quieres?
Las fotos de mi hermana Carmen
¿ Que fotos?
¿Perdona?
Lo siguiente fue puñetazos en la cara, agua que me echaron con la cual resbalé...
¿Lo "mas" siguiente?
Suelo, patadas, gritos...¡pega a esa hija de puta!¡mátala! escuchaba de su mujer
Me tiraba ella del pelo, me arranco mechones mientras me arrastraba por la cocina y el comedor, pero sin testigos, mis palabras y mis hechos contra los suyos.
¡Vete!
¡Dame las fotos!, si ...les grite.
¡Esta!
¡Si esa!
Por un momento la vi, vi a Carmen junto a mi, frente a mi borrosamente.
Mientras me tenia tirada intentando levantarme volvió a decirme ¡esta hija de puta!, me la rompió en la cara.
85 años, con una fuerza brutal, con un odio y una rabia indescriptible, solo sentí que en ese momento no me estaba pegando a mi, estaba pegando a mi madre, y todo porque soy igual que ella, la única que se enfrento hace 50 años, la única que le dijo en una época donde no se podía decir ¡NO!¡BASTA YA!.
Vino la policía, les llamaron ellos, aunque primero informaron a mi tía la hermana de "el innombrable", me tiraron el abrigo y las llaves por el balcón y no me tiraron a mi porque me cerraron la puerta los cobardes.
No luche, no me defendí,
¿Para que?
Porque no vale para nada, y por respeto a mi hermana a su cadáver y su hijo de 5 meses a los cuales después de una gran paliza con rotura de mandíbula,  un loco le pego un tiro  en la cabeza con 25 años y la enterró mientras durante 8 meses sus perros y sus hijos bailaban, jugaban, y reían encima de sus cadáveres a un metro bajo tierra de la puerta de su casa, de su jardín.
Querida hermana, regañarme lo que quieras, lo he hecho, y no llore, sangre como sangraste tu con 16  años mientras te reventaban los riñones a patadas y luego solo tenia que decir este descerebrado ¡llevarla al hospital que se os va a morir!.
Querida hermana, regáñame lo que quieras, lo  he hecho, y dudo de mi misma de no volverlo a  hacer
aunque ahora no se donde meter tanto dolor, se que aun viéndome como sangraba por la nariz de los golpes, y ver como me interrogaba la policía como si fuera yo el delincuente, se que te estas riendo porque tu siempre has sabido como es "tu Pepi".
Bueno hermana, que te quiero mas que a mi vida.
Querida hermana Carmen, hoy continuo sin entender como hay hombres que protegen a hombres así...

Y SE SIGUEN LLAMANDO HOMBRES.

¡NOS VEMOS!


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