1 DE JULIO DE 2024

Buenos días mi muy amada, querida y jamás olvidada hermana Carmen, aquí vuelvo a estar otro día más para decirte que te echo muchísimo de menos, que te extraño, que la nostalgia de los momentos vividos a tu lado no me deja vivir, y aunque intento una y otra vez pasar página ¡es tan duro hacerlo! que me es totalmente imposible ni siquiera pensarlo.

Y subo y subo en mis sueños a la cima de una montaña y cuando llego a ella solo escucho gritos desgarradores que siempre me hacen la misma pregunta ¿hacia donde vas a escapar ahora?, y no tengo ninguna respuesta racional que alivie por un momento este sufrimiento que padezco cada segundo de mi existencia, y aunque he cumplido con lo que nos prometimos, y aunque lo que te dije que haría lo he hecho, para nada me han dejado terminar lo que empecé, es por eso que mi sangre hierve y mi mente se envuelve en pensamientos destructivos, demoledores con los que tengo que luchar constantemente para que la debilidad no me gane la batalla, para que no te avergüences de tu hermana PEPI, para pacientemente esperar hasta que ambas estemos preparadas y poder descansar juntas en paz, sin reproches, sin prisas, porque sé que es lo que tu deseas y es verme viva aunque no sea feliz.

Mi muy querida, amada, y jamás olvidada hermana Carmen, que te voy a contar de mi que ya no sepas, que te voy a contar de mi que no sepa yo de ti, nunca pensé que se me estuviera haciendo tan largo el camino que me tocaría recorrer hasta que te encontrara, nunca pensé que llegara a la edad que he llegado ni que fuese tan dura, tan escabrosa y tan penosa mi existencia, pero aquí estoy, a la espera de que en algún momento te apiades de mí y me ofrezcas tu mano, esa mano que el destino te obligó a soltar de la mía, y me lleves allá donde te encuentres para descubrir que solo el amor que nos tenemos es lo que me ayuda a seguir, y porque la muerte nunca conseguirá que dicho amor incondicional agonice.

Querida hermana, he caminado y lo sigo haciendo aunque esta vez sola pero con la misma pasión del primer día, una pasión que me ha llevado hasta ti, ahora solo te pido que hasta que llegue mi último día me enseñes lo que es la paz, una paz que me guiará hasta donde estás, porque se que cuando llegue el final de mi camino ya no será un camino en soledad porque me encontraré contigo hermana Carmen...

LO QUE MÁS HE QUERIDO EN ESTE MUNDO.

¡TE QUIERO!