A VECES EL DÍA SIMPLEMENTE TERMINA
Y aunque cueste aceptarlo, la vida es para los vivos, y aunque cueste aceptarlo encontrar a mi hermana Carmen después de estar buscándola durante 36 años, fue peor que morir, sin embargo solo estoy cansada "NO MUERTA", un contratiempo poco oportuno para muchos que hoy por hoy he conseguido que "VIVAN MUERTOS EN VIDA" lo que les quede de ella.
Porque llorar por algo que no sea físico es aun mas doloroso, porque llorar no significa ser flojo, porque las lagrimas simplemente son palabras que necesitan ser escritas, porque llorar es tan curativo como la transpiración, pero mas hermoso.
Me mirabas y me recordabas una y otra vez, que no solo era mi deber cumplir con nuestra promesa, también me enseñaste a comprender que los muertos, esos muertos a los que algún que otro vivo se dedica a pararles el reloj sin dejarles marcar la hora de irse de este lupanar llamado mundo, jamás olvidan la cara de sus asesinos.
Me la dibujaste una y otra y otra y otra y otra vez cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes, cada año, y por fin pasadas cuatro décadas viste que mi sufrimiento era tan desgarrador, tan amargo, que te apiadaste de mi dejando que te encontrase, incluso haciéndome creer que fui yo quien lo hizo, cuando fuiste tu "QUIEN ME ENCONTRO A MI".
Hoy estas junto a tu hijita Monserrat a la que enterró viva dentro de tu vientre con seis meses de edad vuestro asesino, el mismo que te descerrajo un tiro en el cráneo en un lugar tranquilo, pero esa no será vuestra ultima morada, porque "TU PEPI" como siempre te gusta llamarme os llevara a un lugar donde solo descansan los corazones buenos, los corazones generosos, los corazones sanos.
TE TRAJERON A JUGAR Y TE TOCARON MALAS CARTAS
ME TRAJERON A JUGAR Y LA FORTUNA ME SONRIO POR OSADA.
LO TRAJERON A JUGAR Y SUS PECADOS LO ATRAPARON.
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