JUECES

Los que tienen oficio público y se asientan administrativamente a juzgar "LA JUSTICIA", muy buen recaudo debe traer en su persona para que no sea notada de disoluta. Porque el juez irrespetuoso y deshonesto debe en sí mismo considerar que si "ÉL" tiene autoridad para sentenciar a uno, (sea quien sea) su patrimonio, hay mil que le juzguen a "ÉL" la vida y la honra. Dar cargo de gobernar pueblos a hombres desiertos y vacíos, no solo es una mala idea,  más aun es una gran deshonra para "LA JUSTICIA". Porque en muy poco se tiene la sentencia cuando el que la dio merecía ser sentenciado.

Para tener sospecha de un juez si es de buena o mala conciencia, muy gran indicio es ver si "ÉL" procuró aquel oficio de justicia. Porque el hombre que de su propia voluntad procura encargarse de alguna conciencia ajena, no debe tener en mucho la suya propia.

Cuando un juez o censor es honesto en su persona y escrupuloso en su justicia, que de ningún vicio de los de "ÉL" en otros castigue, y no se encuentre señalada o infamada su persona.

Porque mucho se pervierte la orden de justicia cuando un asesino pone a otro asesino en la horca.

No puede llamarse con razón hombre entre los hombres, sino salvaje entre los salvajes, el que, olvidándose que es "CARNE FLACA", sin piedad "LAS CARNES QUE DE OTRO HOMBRE ATORMENTA".

¿Acaso "LOS JUECES" no tienen ojos para mirar a los necesitados de justicia?, ¿acaso no tiene pies que le conduzcan a ella?, ¿acaso no tiene manos para firmar la sentencia?, ¿acaso no tiene lengua para defenderlo?, ¿acaso no tiene corazón para imponer ¡JUSTICIA! para el que debe ser ejecutado?, que tienen pues, ¡SOLO JUICIO PARA CONCEDER LO MALO Y DISCRECIÓN PARA LO BUENO!.

Qué pena que haya tantos ¡JUECES CERRILES, CRUELES Y SEVEROS!, que se dejan vencer por "EL DESINTERÉS".

JUECES DEDICADOS A PASAR DE DESPEDAZAR CARNE HUMANA CULPABLE.