UN VIAJE EN TAXI DESDE EL INFIERNO
Por favor, diríjase a mi de cualquier modo menos con un "muy señor mio".
Desde mis ventanales de "cristales de banco", observo un año mas como en los salones de las mansiones que se encuentran al otro lado de mi estrecha y tradicional calle, se disponen a cenar unos grupos de modelos de especies (por suerte en vías de extinción) dotados de linajes alcanforados, servidos por domésticos vestidos como para dar las uvas, y con las manos cubiertas por unos inmaculados guantes de algodón blanco, mas que nada para que no dejen las huellas de sus encallecidos dedos en la cubertería de plata Cruz de Malta Felipe XV, y en las copas de Riedel que horas antes se esmeraron en bruñir con extremada delicadeza para deleite de los invitados a tal evento, y todo eso lo curioseo mientras saboreo un humeante y delicioso te Ti kuan yin sin pastas obviamente y sin leche pero con mucho sentido del humor, y mientras les contemplo imagino mas o menos lo que deben de andar comentando los unos con los otros en los diferentes corrillos que se van formando alrededor de las magnificas mesas rebosantes de exquisiteces "indignas" para cualquiera que pretenda considerarse "católico apostólico y románico" como se suele decir.
Y es entonces cuando pienso que ese y no otro es el momento en el que he de situar cada pieza del rompecabezas de mi vida en el lugar que le corresponde, en que he de poner en practica mi plan A sin pensar si me va a fallar o no, porque en caso de que no me salga como lo tengo planeado siempre he sabido que dispongo de otras 26 letras mas en el abecedario, y como la practica es esencial en cualquier disciplina...
QUE MIS MIEDOS SIGAN SIENDO MIS RETOS Y MIS RETOS LOS ESCALONES DE MI VIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario