CAF
En un tiempo de sol y de moscas se me ha cruzado en mi camino un ser noble, dulce, inteligente, portentoso, soberbio, admirable, en definitiva fascinante.
Sales a tirar la basura como cada noche y una vez mas emprendes tu camino hacia donde te donaran un poco de pan para lo mismo da que da lo mismo, seres humanos o divinos pero seres, personas, personajes, caballos, palomas, ratones que esperan aparezcas por la esquina de la calle que da a los comercios que aunque no les permiten hacerlo, los dependientes a escondidas y por su cuenta aun a riesgo de perder el trabajo precario que tienen, no lo tiran a la basura, si no que amorosamente lo empaquetan y distribuyen entre los que esperamos aveces demasiadas horas para un poco de esperanza.
Emprendes un camino de ida y de vuelta, y mientras vas pensando en tus cosas, cosas cotidianas, cosas que has hecho durante toda la mañana y la tarde, de repente la vida ... si ... la vida va y te besa en la boca ... por definir lo que siento cada vez que me tropiezo con Jose Luis y su amigo y compañero Caf.
El sentado en un banco de una esquina donde convergen dos de las calles mas importantes de mi barrio, un barrio pijo, un barrio de ricos... un barrio llamado de Salamanca, y Caf a sus pies tumbado, tranquilo, relajado y disfrutando de la brisa aun caliente de la ya tarde noche.
Es verlo y de mi garganta sale sin control alguno un Caf emocionado que el recoge moviendo la cola y mirando a todos los lados intentado descubrir quien con tanto amor pronuncia su nombre.
Me acerco, le acaricio la cara, las orejas, la barbilla, le acepto cada beso que me da sin apenas conocerme y cuando cansado de tanto cortejo y bienvenidas por ambas partes, es cuando se tumba en la acera y panza arriba deja que siga con el ritual donde me deja que postre mi cabeza en su panza junto a su corazon que en esos momentos y solo en esos momentos el mio gracias a su altruismo
DEJA DE SENTIRSE INCLUSERO.
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