GRACIAS A DIOS NO SOY CREYENTE
Las cicatrices nos recuerdan donde hemos estado, pero no nos indican hacia donde nos dirigimos, porque no son nada comparado con lo que llevamos dentro, lo que hemos dejado tras de nosotros y lo que nos espera por delante.
Solo los astutos se encuentran capacitados para sobrevivir cuando salen de un cautiverio que no han elegido, y es porque han tenido el tiempo suficiente para acostumbrarse a la locura que sus secuestradores han tenido a bien obsequiarles durante su esclavitud.
Prefiero sentir el placer de la venganza porque el valor infunde miedo y el miedo autoridad, a la carga de la gratitud.
Las lagrimas son sagradas, al contrario de lo que pensamos para nada son una señal de debilidad sino de poder, son portadoras de penas angustiosas y de esos verdaderos amores irrepetibles.
Ahora vuelvo....
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