"NUNCA LLEGARÁS A TU DESTINO SI TE PARAS A TIRAR PIEDRAS A CADA "PERRO" QUE TE LADRE".
Buenos días mi muy amada, querida y jamás olvidada hermana Carmen, ¿ que tal estás hoy?, espero que bien sabiendo que tu hermana Pepi cada noche se levanta para acompañarte, para comprobar que la oscuridad no se apodere de mi habitación, para que la luz que te ilumina no se apague, para recordarte que no estas sola, para volver una y otra vez a decirte que te buscaré cuando me llames a tu lado por mil mundos, y por diez mil vidas hasta encontrarte, hasta que nos encontremos porque sabe que la estarás esperando.
Hoy al igual que ayer necesito volver a mi anonimato, quiero decirte hermana que no hay ni un solo día que no te eche de menos, que mis manos no busquen las tuyas, que hago lo imposible por intentar que tu voz no se me borre de mi cabeza, que no quiero que los demás sean los que me hablen de ti porque no sabrían que decir salvo que fuera inventado, porque no te conocieron, porque no te amaron lo suficiente, porque solo quedo yo para seguir escribiéndote una carta cada noche, una carta cada día llenas de amor.
Quiero decirte que sigo sin estar preparada para vivir sin ti, que es la lección mas difícil que me ha tocado aprender y todavía no la asimilo, que ¡te extraño tanto!, que ¡te necesito tanto!, que ¡me haces tanta falta!, que sin ti la foto en donde estamos las dos se ha quedado vacía, que sin ti hermana mi vida sigue, aunque no llega a comprender porque aún no me has llevado contigo pero que en el fondo si lo hiciste, y lo hiciste dejándome para que aún "MUERTA EN VIDA" pudiera encontrarte y así cumplir la promesa que siendo pequeñas nos hicimos de "BUSCARNOS SI NOS HACÍAN DESAPARECER", que mi alegría se terminó cuando un sociópata nos cortó las alas, unas alas las tuyas que te arrebató momentáneamente de mi, unas alas, las mías que no me consiguió arrancar, unas alas que protegen desde entonces mi corazón, un corazón que continúa sin estar listo para verte partir pero si para reunirse contigo.
Quiero que sepas que nunca se apagará la luz que dejaste en mi, que nunca se borraran los pocos recuerdos que tengo guardados en mi alma, que estás presente cada vez que lloro, cada vez que rio, porque nunca te fuiste.
Odio el día y la hora en que me dijeron que tú corazón había dejado de latir y que ya no volverías a estar conmigo en este mundo, ese día quiero que sepas que el mío también lo hizo.
Una vez más quiero que sepas que ni tu ni yo estamos físicamente en este mundo, que estoy contigo aunque no me veas, aunque no te vea aún pero sé que me sientes porque noto tu presencia cada vez más cerca, que me cuidas porque sabes que siempre cumplo mis promesas, y en estos momentos en los que ves como mis lágrimas caen, tu recuerdo es el único motivo que me tranquiliza, que me ayuda a comprender que esta ausencia solo es momentánea, que un día estuviste conmigo cuando lloraba de angustia, cuando me acompañabas y te desvelabas por mi.
Te fuiste, si, bueno por decir algo ya que fue contra tu voluntad cuando sin piedad el monstruo que vino a veros os quitó la vida a tu hijita nonata de seis meses que llevabas en tu vientre y a ti, simplemente porque no entrabais dentro de sus planes, y treinta y seis años más tampoco dentro de los planes de la mal llamada justicia de los hombres.
Mi muy querida, amada y jamás olvidada hermana Carmen, hoy una vez más quiero que sepas que tu hermana "LA PEPI", como te gusta llamarme...
TE BUSCARÁ POR MIL MUNDOS Y POR DIEZ MIL VIDAS HASTA ENCONTRARTE, PORQUE SABE HERMANA QUE TU ESTARÁS ESPERANDOLA, PORQUE CADA VEZ QUE MIRA SUS MANOS SIENTE QUE LE FALTAN LAS TUYAS.