TRENZANDO HISTORIAS

Porque afrontar batallas las cuales parecen imposibles de ganar, son sinónimos de tener que pasar en infinitas ocasiones tiempo y más tiempo en las trincheras mientras te vas enfrentando día tras día a una total oscuridad, aún así llega un momento en el que entonces y solo entonces fugazmente y por un instante, la vida se compadece de ti y es cuando te regala su mayor tesoro, un tesoro que aunque envuelto en lágrimas, en razonamiento, en claridad, en coherencia y en rapidez, convierte tu existencia en un entorno radiante, transformando tus acciones en sensatas y aún mas prudentes de las que ya eran, devolviéndote de nuevo algo que no todo el mundo es capaz de recuperar "LA LUCIDEZ".

Y allí estaba yo, tirada en el suelo boca arriba esperando a que las luces de la morgue se apagaran, pero feliz de estar donde durante tanto tiempo había imaginado hallarme, intentando asimilar la decisión que hacía unos instantes había tomado, con los ojos abiertos, sin parpadear, intentando enfocar la vista ya a oscuras, y poder al alzar la cabeza levemente sobre el nivel del suelo quedar sorprendida con una visión totalmente esperada más para nada imprevisible, y esa visión no tenia que ser otra que la de.... 

UN MAR DE PIES ADORNADOS CON ETIQUETAS IDENTIFICATORIAS ATADAS EN SUS DEDOS PULGARES, ENTRE LOS CUALES SE ENCONTRABA POR FIN EL DE MI PADRE MUERTO.