CRÓNICA DE LA MUERTE ANUNCIADA DE UN BESO, DE UN ABRAZO
Somos hijos de una época que nos ha alcanzado, somos hijos de una época de relativa calma, de unos años donde la fuente de nuestra juventud ha vivido sus primeros años, unos a los que sus ambientes fueron propicios para aquellos que relajaron sus años de juventud entre el LSD , (para los de la logse CABALLO), COCAÍNA, HEROÍNA Y MARIHUANA.
Somos hijos de una época que aquellos que hemos sobrevivido a ella, contarlo nos duele cuando echando de menos a los que se quedaron en el camino nos resulta muy pero que muy difícil contarla, porque continuamos rodando por un mundo que no comprendemos, un mundo deslumbrado por exóticos soles, resplandores sin corazón ni latidos, solo con emociones y solo de vez en cuando con los que recuerdan su tierra natal.
Y cuando se asomaron al mundo solo tomaron de "ÉL" unos años de relativa calma, y al asomarse sencillamente se deslumbraron cuando vislumbraron lo más universal, lo más humano, pero sin humanidad, pero sin solidaridad, pero sin amor.
¿Suavicemos asperezas?
¿Es eso lo que nos piden?
Si el rubí galileo perdonó a la adultera porque había amado mucho, también los que sufren deben ser perdonado porque el mucho padecer ...
HACE COMPRENSIVOS Y COMPASIVOS A LOS HOMBRES.