LO PRIMERO QUE ME OBLIGARON A APRENDER FUE ...
A fregar, a guisar, a barrer, a planchar y a coser...
Pero viendo que esas cosas no me hacían prosperar, tuve una reunión con mi conciencia y llegamos a un consenso...
¡COÑO APRENDER A SANGRAR!
Y...¿Perdona?
Fui tan elegante ejecutando tal acuerdo, que al cabo de un tiempo tenía todo lo que tenían los que ni sabían fregar, ni sabían guisar, ni sabían planchar, ni sabían barrer, ni sabían coser, y hoy soy una señora y punto y final...
MORALEJA...
¡NI AMES A QUIEN AMO, NI SIRVAS A QUIEN SIRVIÓ!
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