EL CARRO DE LOS MUERTOS
Entre el azar y la fe y entre John Lennon y Paul McCartney, la vida va y toma sus propias decisiones, decisiones a veces correctas otras no tanto, pero decisiones que de vez en cuando y solo de vez en cuando lo cambian todo, y lo hacen de tal manera que no te queda otra que sacar los ajos y las balas de plata.
Porque cualquier cosa puede convertirse en un arma teniendo el ingenio adecuado, no te fíes de aquellos que desean ser tus amigos, porque los amigos te hacen vulnerable, y no te apoyes nunca en un cadáver para llegar a la meta, porque la angustia, el dolor, y la mala leche no tienen sexo.
Escucha con empatía, comunica con claridad, porque aunque el despertar sea tan duro que lo que te muestre no lo puedas soportar, siempre vas a poder asociarte con la indiferencia y comparar tus sueños con la realidad sin sorprenderte porque ya sabias el veredicto.
Levántate sin ganas, colocar tu mano sobre tu pecho y gritar ¡continuo viva!, viva para luchar provista de ajos y balas de plata, unas balas de plata que harán caer a reyes, a enemigos, a amigos, a consanguíneos que no van a poder convencer a los lobos que se hagan vegetarianos, porque nadie cambia, solo nos portamos de distinta manera hasta que conseguimos lo que deseamos.
Por ese motivo has de ser siempre justo y dar a dios lo que es de dios y al cesar lo que es del cesar, y concederles la oportunidad de elegir como quieren que sea la bala que acabe con sus vidas si de plata o de plomo.
Protege tu talento, porque el talento es una de las mayores maldiciones que un ser humano puede tener, porque provoca envidias, y la envidia es muy pero que muy destructiva y recuerda que todos tenemos....
DERECHOS PERO TAMBIEN IZQUIERDOS.
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