miércoles, 21 de febrero de 2018

¡GRITO!....

Y el silencio insiste en quedarse, en quedarse junto a la angustia y la nostalgia de un hijo rebotado desde un siglo inolvidable, a un siglo inhumano, complicado de llevar.
Estoy muerto, vamos a dejarlo de esa manera, porque la primera asignatura (que no es que me enseñaran), sencillamente no me quedo otra que aprender  "porque eran otros tiempos", pues eso, que en "esos otros tiempos" te dejaban muy claro que la letra solo entraba con sangre, o lo que es lo mismo, hasta para eso se confeccionaron una ya legendaria pero mas actual que nunca frase que no es otra que ¡LA LETRA CON SANGRE ENTRA!, y si lograbas por un casual, o porque pasabas desapercibido a sus ojos que no hiciesen contigo una "sangría"(también de las de antes), (de la de esos otros tiempos) y ¡sobrevivías!, entonces pasabas a la segunda de las lecciones, osea "a la primera asignatura", esa asignatura que jamas iban a transigir que te quedara pendiente.
Y aqui me hallo, hecho todo un caballero, un caballero sin caballo pero con un mas que aventajado maquiavelismo, para ser aceptado en cualquiera de esas sociedades que se hacen llamar para no levantar sospechas en hacienda, con nombres tan sugerentes como "asociación amigos de la pintura" o "circulo de contribuyentes", eso si todos, todos, todos, con dos puertas en sus sedes, aunque las casas con dos puertas son complejas de guardar ¿o no?, pero claro todo depende de la cantidad y calidad del aceite que uses cuando las engrasas.
Porque sin sufrimiento, porque sin soledad no podría escribir lo que escribo, porque no elegimos la vida, porque tampoco nos dejan elegir la muerte, pero si elegimos, hemos de ser consecuentes hasta el final...

HASTA EL FINAL CON HONOR Y DIGNIDAD.

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